Fotos: Yaciel Peña De la Peña
En la mirada de los niños se transmite inocencia, pureza, es una mirada limpia, sin dobleces, sincera, no hay nada como la mirada de un niño, para trasmitir emoción y sentimientos. Nos pone a prueba a los adultos la vida, pues somos nosotros los que le devolvemos la medida de la verdad que puede esperar de ella, es una de las estampas más tiernas y conmovedoras con las que nos podemos encontrar en la vida.